
CAMINAR CON LA CABEZA
El que camina con los pies
ni cuenta se da de ellos.
Transita por la vida sin saber
cómo o por qué lo hace.
El día menos pensado
estará paralizado.
Andar con la cabeza
es conducir con destino,
consciente del camino y
del resto del cuerpo.
La función de las extremidades
son circunstanciales;
De faltar los pies
útil serán las ruedas.
Caminar con la cabeza
es la única forma de avanzar
hasta el final,
... cueste lo que cueste.
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